Control prenatal: clave empezar cuanto antes

El embarazo es quizá el momento más especial en la vida de una pareja y, sobre todo, de la madre. Es una bendición poder concebir y forjar un bebé dentro, algo que desafortunadamente no todas lo logran.

Como toda bendición, hay que valorarlo y agradecerlo a Dios y a la vida. Nos debe traer mucha alegría y hay que disfrutarlo en lugar de sufrirlo.

Es común que al enterarse de que viene un bebé en camino, a la mamá le surjan muchas dudas y temores a veces hasta el punto de presentar sentimientos de ansiedad o depresión. Es por esto que el control prenatal debe iniciarse apenas haya confirmación de embarazo, bien sea por ecografía o por examen de gravindez en orina o sangre.

El comienzo oportuno del control garantiza una temprana detección de factores de riesgo que pueden afectar el curso de la gestación. Desde el comienzo del embarazo los médicos podemos, además, evaluar el crecimiento del embrión, calcular con exactitud las semanas de embarazo al comparar la fecha de la última regla con la ecografía temprana, recomendar la ingesta de micronutrientes, explicarles los cuidados generales y las medidas preventivas y ordenar exámenes de laboratorio para saber el estado general de la mamá, descartar algunas enfermedades infecciosas que puedan producir malformaciones y detectar algunos aspectos que se deban vigilar más de cerca en los meses siguientes del embarazo.

Uno de los retos más frecuentes en esa primera cita de la paciente con su ginecólogo es el de calcular la edad gestacional (semanas de embarazo), que aunque parece algo simple no siempre lo es. Se pueden presentar confusiones porque la mujer no recuerda la fecha de la última regla, sus ciclos son irregulares, estaba usando algún método anticonceptivo hormonal o porque inició tarde el control prenatal. En estos casos, la ecografía temprana –realizada en los primeros tres meses– nos garantiza una estimación casi exacta del tiempo del embarazo.

Teniendo en cuenta las razones que he expuesto, mi recomendación es iniciar los controles prenatales lo más pronto posible. Así se podrá garantizar una mejor atención para la mamá y para el bebé o los bebés que se hayan concebido.